Esta vez la cita fue en Pellegrini y Siete, una esquina medianamente transitada en la que los árboles vestidos por la incipiente primavera servían de marco para la ocasión. Con camisa blanca, pantalón y chaleco marrón y boina a tono, Marcos -conocido también como Le Boulanger- despliega el resultado de su pasión por la elaboración de panes.
Los vecinos se acercan (a pie, en bicicleta, en moto o en auto) y compran algunas de las delicias artesanales; al tiempo que se hacen de un delicioso brunch en base a lo que cocine el invitado del día. Un gratificante convite, un verdadero homenaje al street-food ...
Muchos compradores ya conocen el producto. Pasan niños, ancianos, familias enteras... En menos de una hora, el carro de panes queda casi vacío. Al mismo tiempo, Juan (el cocinero invitado del día) cocina el plato del día para quienes quieren deleitar el paladar con un sabroso brunch. En este caso, me tocó degustar un sandwich de pollo con crema de zanahorias (que reemplaza la mayonesa), salsa criolla y unas hojas verdes; esto, acompañado por un snack saludable de batatas fritas.
Cada encuentro es anunciado en Facebook. Es así que Marcos, el boulanger, se aposta con su carro en alguna esquina de City Bell para la gente el sabor verdadero del alimento intentando desandar el camino de lo industrial y realzando el valor de lo casero.
~ momentos que inspiran ~
Más info: Boulangerie Rodante
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